4/20/2008

El consultor se defiende

Por Pablo Alfonso

En Diario Las Americas, 20 de abril,2008

Hay un rumor que circula en Cuba, de boca en boca, cada vez con más fuerza. Comenzó hace algunos días, justo después que el gobierno del general Raúl Castro, anunció que los cubanos de a pie, podrían hospedarse en los hoteles, comprar computadoras, electrodomésticos y tener teléfonos celulares; todo ello a la venta en moneda convertible, vale decir, en divisas.

A pesar de la limitación, no hay dudas de que la medida ha sido bien recibida. Restituir derechos constitucionales siempre es apreciado por quienes han sido arbitrariamente privados de ellos.

El caso es que las nuevas medidas tienen un impacto que trasciende el ámbito económico y constitucional. El rumor que circula en Cuba, en forma de pregunta con respuesta incluida al mismo tiempo, apunta al dictador en retiro Fidel Castro.

¿Por qué no se habían suspendido antes esas prohibiciones? ¿Qué ha cambiado ahora en Cuba para que, de momento, todas esas prohibiciones –y algunas otras que vienen en camino-,sean abolidas y calificadas de absurdas? ¿Quién lo impedía?

La respuesta tiene una conclusión obvia: “El Viejo”. Y “El Viejo” tiene nombre y apellido: Fidel Castro. Era El Viejo quién no quería, Era El Viejo quien tenía “trancado el dominó”, me comentó alguien en la isla, con quién hablé por teléfono hace un par de días: “El Viejo había trancado el juego con el doble nueve y Raúl se viró con la doble blanca”, afirmó mi amigo en la jerga del segundo deporte nacional: El dominó, donde los amigos y vecinos todavía ventilan los grandes temas políticos internacionales y domésticos.

Los cubanos de a pie, la gente sencilla que sufre desde hace cinco días la dictadura, no requiere de sesudos análisis académicos para llegar a esa conclusión. Tienen claro quién es el máximo y principal responsable de esa dictadura. Hay otros, por supuesto, pero por el momento, señalar con el dedo (aunque todavía esté escondido) a Fidel Castro es un paso significativo.

Los ideólogos del Partido Comunista de Cuba no ignoraban cuál sería la consecuencia de las nuevas medidas. El general Castro tampoco. Por eso, en su primer discurso como Presidente del Consejo de Estado -cuando asumió formalmente el cargo el pasado 24 de febrero-, hizo que los diputados de la Asamblea Nacional, lo “autorizaran” a consultar cualquier decisión importante con el dictador retirado.

Fue así como Fidel Castro se convirtió “de jure” en el Consultor especial. Su “asesoramiento” estaría, de modo oficial, tras cada nueva medida que vaya desmontando su ineficiente, represivo y viejo estilo de gobierno. Una manera de mantener su imagen política.

Sin embargo, el asunto no es tan fácil. Nadie en Cuba se cree ese cuento. Los cubanos han estado sometidos por medio siglo a la desinformación pero no son tontos. Nadie ignora que el Comandante en Jefe, está fuera del juego. Que su cargo de Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba es papel mojado; que está vencido por la biología y la historia y que su papel de Consultor es pura demagogia.

Por eso, Fidel Castro se defiende desde su poltrona de enfermo terminal. Defiende la prolongación de “su período especial”, sus restricciones, su control unipersonal y su mano de hierro. Todavía mueve sus fichas y encuentra espacio para emborronar algunos párrafos en la prensa oficial.

Orlando Oramas León, trabajador ideológico y fiel militante de la ortodoxia castrista, salía en defensa del viejo dictador en un artículo publicado en Granma el once de abril titulado “Los Cambios en Cuba”. “ A los analistas y quienes se dedican a describir “la nueva realidad cubana” queriendo hacer ver que las medidas que se están aplicando en diversas esferas son decisiones unipersonales, les recuerdo que forman parte del proceso iniciado y convocado por Fidel, profundizado por Raúl y la Dirección del Partido”.

El órgano del Partido Comunista, insistía en el tema cinco días después afirmando en un editorial que “habrá más socialismo perfectible, sostenido y defendido por un pueblo unido, bajo la guía de Fidel y Raúl y la dirección del Partido”.

El problema es que nadie se lo cree. Por eso, el mismo Consultor tuvo que salir en su defensa y en un críptico comentario, alertó a “no hacer concesiones a la ideología enemiga”. El Consultor, lamentó que los medios de comunicación difundieran ideas expresadas, por alguien que no identificó, y que enjuiciaban el período especial…

¿A quién se refería el Consultor Castro? No lo dijo, pero todo apunta a que el vicepresidente Carlos Lage, estuvo en la mira de su crítica. Resulta que el fiel Lage, pronunció un breve discurso en el Congreso de la UNEAC, que al parecer no fue del agrado de su mentor. Granma ignoró el discurso de Lage, pero otros medios de comunicación lo reprodujeron. ¿Qué dijo Lage? Entre otras cosas, éstas:

“Venimos de la ausencia dramática de alimentos y medicamentos, de calles desoladas, de noches oscuras, de doble moneda, que es como doble bandera…Venimos, y en alguna medida aún estamos, en un periodo histórico de casi dos décadas en que nos propusimos sostener un ideal de justicia que ya no era posible defender…”

“La doble moral, las prohibiciones, una prensa que no refleja nuestra realidad como queremos, una desigualdad indeseada, una infraestructura deteriorada, son las heridas de la guerra…”

Aunque Lage aseguró que esa “guerra” está ganada, todavía parece que hay una compleja escaramuza que se libra en las esferas del poder en Cuba; mientras todos esperan celebrar el funeral.

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