La maquinaria mediática de propaganda del régimen de La Habana ha reportado la presencia de Raúl Castro en la celebración del Consejo Militar del Ejército de Occidente, el que presidiera en la sede del Estado Mayor de las Fuerzas Cubanas. Durante el encuentro dio lectura a un mensaje de felicitación -atribuido- al convaleciente Fidel Castro- dirigido al general de cuerpo de ejército Julio Casas Regueiro por su reciente designación como ministro de las Fuerzas Armadas. Raúl Castro -vestido de completo uniforme- es presentado en el reporte como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Al encuentro resumen del año de preparación para la defensa 2007 en el Ejército Occidental, asistieron también el Comandante Juan Almeida Bosque, vicepresidente del Consejo de Estado, los generales de cuerpo de ejército Julio Casas Regueiro, ministro de las FAR y Leopoldo Cintra Frías, jefe del Ejército Occidental, los jefes principales de las FAR, Jaime Crombet Hernández-Baquero, vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, así como, los presidentes de los consejos de defensa provinciales de Pinar del Río, Ciudad de La Habana y La Habana, y del municipio especial de la Isla de la Juventud. El general de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías rememoró el momento del ascenso a comandantes de Raúl y Almeida hace 50 años, y explicó como desde antes de esa fecha conoció al General de Ejército, a quien felicitó en nombre del Consejo Militar, de los integrantes del Ejército y de la población del territorio occidental, por su reciente elección como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. El informe sobre las principales tareas y misiones acometidas por ese mando de las FAR en el pasado año, fue presentado por el general de división Lucio Morales Abad, jefe del Estado Mayor del Ejército Occidental. El debate crítico del informe se centró en aspectos fundamentales como el cumplimiento de la Operación Caguairán en su segunda etapa, y como parte de ella, la movilización y preparación de los reservistas y milicianos, lo que ha permitido elevar sustancialmente la capacidad y disposición combativa de las tropas. El pasado abril de 2007 Raúl Castro había revelado que las fuerzas armadas cubana permanecerían en movilización permanente hasta - una fecha críptica- de noviembre de 2008. DECLARA RAUL CASTRO "MOVILIZACION MILITAR PERMANENTE DURANTE LOS PROXIMOS VEINTE MESES". La insólita medida es atribuida por algunos analistas como asociada al esperado desenlace en el proceso irreversible de enfermedad de Fidel Castro. Sobre ese asunto, Raúl apuntó que en el futuro la Operación Caguairán continuará desarrollándose. Este prolongado período de movilización militar, sin antecedentes para una nación que no se enfrenta a una inminente agresión del exterior, se hace imperativa, en opinión de fuentes de inteligencia, para la agenda encaminada a enfrentar los escenarios potenciales previstos: pérdida de control poblacional, manifestaciones de protestas multitudinarias y rebelión popular. La decretada medida de ininterrumpida movilización permanente es consecuente dentro del marco del cambio de la anterior misión histórica de las FARs: que fuera la de enfrentar teatros de operaciones en guerras convencionales en el exterior o un potencial limitado ataque táctico estadounidense a objetivos específicos cubanos. Dicha misión ha sido replanteada y rediseñada desde la desaparición del bloque soviético. Tras el final del conflicto angolano (1989) la misión de la doctrina militar de las fuerzas armadas cubanas se ha re-enfocado hacia potenciales escenarios que consideran como altamente probable el desarrollo de conflictos de mediana a alta intensidad con la población civil. La nueva doctrina define a la provincia Ciudad de La Habana como el teatro operativo decisivo donde se mantiene o se pierde el poder del régimen. De acuerdo con la actual doctrina militar de tener lugar estallidos masivos de protesta, específicamente en La Habana, ante los cuales el Ministerio del Interior (efectivos antimotines de la policía nacional, unidades de seguridad, incluidas tropas especiales del MININT y fuerzas paramilitares) sea incapaz de mantener control sobre la capital cubana, se ordenaría la entrada en acción de manera inmediata, de las tres divisiones que conforman la guarnición de la capital de la isla, a las que se sumarían unidades militares regulares y especiales de las FARs de la Reserva del Alto Mando (RAM) que conforman el anillo perisférico de La Habana a fin de aplastar de manera fulminante y quirúrgica el foco inicial incontrolable de protesta. En previsión de tales potenciales escenarios las susodichas unidades han tenido prioridad en la actualización del equipamiento de combate (con sostenidas remozamiento tras adquisiciones de armamentos financiadas por Venezuela) y el mantenimiento de la efectividad combativa. La neutralización de estallidos multitudinarios de protesta, la rebelión popular, y el garantizar el control sobre la capital habanera, escenario decisivo de todo conflicto con la población civil y centro político de la nación constituye en la actualidad el foco permanente de preocupación del actual equipo colegiado de dirección del régimen. La lección china de Tiananmen ha sido bien aprendida y no se vacilaría en ordernar al ejército el acudir a retomar control de la metrópolis cubana. Otros aspectos analizados fueron los resultados de la preparación de los órganos de dirección y de mando, el acondicionamiento ingeniero del teatro de operaciones militares, el desarrollo del sistema de comunicaciones, el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de las tropas, y la selección y preparación para la defensa de los cuadros del Partido y del Gobierno en las diferentes instancias. El general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, informó sobre la ocurrencia de desastres de origen natural, tecnológico y sanitario durante el 2007, e insistió en las medidas que se han adoptado para enfrentar estos recurrentes embates en la región occidental del país. Llamó particularmente a mantener estrecha vigilancia sobre el mosquito Aedes aegypti y otras situaciones excepcionales que pudieran presentarse. Al respecto, el General de Ejército Raúl Castro Ruz dijo que no se puede bajar la guardia ante la existencia del peligroso vector, y apuntó que para desarrollar una campaña preventiva permanente el Estado ha destinado millones en moneda libremente convertible. Al despedirse Raúl, saludó a los miembros del Consejo Militar y les deseó éxitos a los integrantes del Ejército Occidental.
José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Marzo 1, 2008
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