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Especial Noticiero Digital (11/03/08-08:45pm).- Este martes Michael Casey publica en el diario The Wall Street Journal un artículo, donde destaca el por qué la marca de la Revolución Cubana se ha mantenido en el tiempo, a pesar de los problemas económicos que ha padecido la isla. Como se lee en el artículo, hay muchas explicaciones acerca de la permanencia de Fidel Castro por tanto tiempo en el poder, que van desde la represión política hasta los avances en la salud y el alfabetismo.
“La Revolución cubana es y siempre será una marca”, opina Casey, porque a pesar de que los rostros de los rebeldes de Sierra Maestra han cambiado, increíblemente “su esencia ha sobrevivido” con el pasar de los años.
En el artículo se señala lo que muchos expertos consideran importante: una marca funciona cuando se satisface el deseo de los clientes con ideas atractivas. Por lo cual, una forma de lograr la lealtad a una marca es lograr que exista la identificación entre la marca y la persona.
Lo anterior fue logrado por la Revolución cubana, ya que sus líderes han logrado asociar la Revolución Cubana con palabras con las cuales se han identificado muchas personas. "Resistencia", "justicia social", "lucha”, sólo son un ejemplo de las palabras utilizadas por la Revolución.
"Claro, esto es una Cuba inventada, una que tiene poca relación con la realidad de creciente desigualdad social y económica" continúa.
Por otra parte, como afirma Casey, Castro ha sido bendecido por “una gran capacidad de manipular la información e imágenes” para lograr su autopromoción. Un ejemplo se remonta a 1957, cuando el líder cubano era entrevistado por Herbert Matthews de The New York Times. En esa oportunidad, Castro hizo que sus hombres se movieran entre los árboles para crear la sensación de que era una fuerza rebelde más grande.
Pero ese no es el único ejemplo que da Casey. Recuerda que cinco décadas más tarde, luego que fuera revelada la enfermedad intestinal de Castro, el gobierno cubano publicó por cuenta gotas fotos de un convaleciente Castro en una franela Adidas. La idea era engañar a los enemigos para que creyeran que Castro había muerto. De hecho, muchas páginas webs en Miami lo dijeron y consideraron las fotos como falsas.
Las fotografías también han jugado un papel importante. El autor del artículo comenta que a principios de los años sesenta, Castro siempre era seguido por muchos fotógrafos talentosos, incluyendo Alberto Korda, quien fue el que tomó la foto más famosa del Che Guevara. Estos fotógrafos crearon una imagen del barbudo líder cubano como un humanista, dándole a la revolución una imagen vibrante, esperanzadora y única.
Luego de la muerte del Che, Castro utilizó convenientemente la imagen del revolucionario argentino, para de esta forma cubrir la nada revolucionaria sumisión de la isla al predominio soviético. Como reseña Casey: “El Gobierno cubano activamente promocionó la foto de Korda”. Así, el mito y la imagen del Che Guevara nacieron.
Continúa el artículo destacando que en los años noventa, el uso de la marca ayudó a tapar la desigualdad que ocurrió luego de la caída de la Unión Sovietica. Por ejemplo, una Habana decrépita fue mercadeada como un museo gigantesco, “una revolución congelada en el tiempo, complementada con carros Chevys de los 1950s y músicos octogenarios (recuérdese al Buena Vista Social Club)”. Más tarde, con el auge del movimiento anti-globalización, el Che Guevara fue resucitado de nuevo para los turistas jóvenes.
Casey señala que en la actualidad la marca de Cuba se centra en la asistencia médica. “Sus hospitales gratuitos son representados como alternativas a un sistema estadounidense injusto, ineficaz”.
Cuenta el autor un hecho indicativo: Para celebrar el 40 aniversario de la ejecución del Che en La Higuera, Bolivia, 200 médicos cubanos estuvieron presentes.
Estos profesionales, que forman parte de un cuerpo de más de 30.000 médicos que trabajan en el extranjero y cuyo trabajo le permite a Cuba tener acceso a bienes como el petróleo venezolano, están contribuyendo involuntariamente a un problema creciente en la propia Cuba. Comenta el autor que la ausencia de estos médicos agrava las limitaciones de personal en Cuba, donde hay que atender a una población cada vez más envejecida.
Resalta el autor, sin embargo, que en los discursos de los funcionarios de Cuba, Venezuela y Bolivia durante el aniversario de la muerte del Che, se describieron a los médicos como "guerrilleros con estetoscopios en lugar de rifles". Y en el caso que haya duda de la importancia del mercadeo, los médicos cubanos estaban vestidos de batas médicas abiertas para dejar ver una franela del Che por dentro.
Con información de:
The Wall Street Journal
“La Revolución cubana es y siempre será una marca”, opina Casey, porque a pesar de que los rostros de los rebeldes de Sierra Maestra han cambiado, increíblemente “su esencia ha sobrevivido” con el pasar de los años.
En el artículo se señala lo que muchos expertos consideran importante: una marca funciona cuando se satisface el deseo de los clientes con ideas atractivas. Por lo cual, una forma de lograr la lealtad a una marca es lograr que exista la identificación entre la marca y la persona.
Lo anterior fue logrado por la Revolución cubana, ya que sus líderes han logrado asociar la Revolución Cubana con palabras con las cuales se han identificado muchas personas. "Resistencia", "justicia social", "lucha”, sólo son un ejemplo de las palabras utilizadas por la Revolución.
"Claro, esto es una Cuba inventada, una que tiene poca relación con la realidad de creciente desigualdad social y económica" continúa.
Por otra parte, como afirma Casey, Castro ha sido bendecido por “una gran capacidad de manipular la información e imágenes” para lograr su autopromoción. Un ejemplo se remonta a 1957, cuando el líder cubano era entrevistado por Herbert Matthews de The New York Times. En esa oportunidad, Castro hizo que sus hombres se movieran entre los árboles para crear la sensación de que era una fuerza rebelde más grande.
Pero ese no es el único ejemplo que da Casey. Recuerda que cinco décadas más tarde, luego que fuera revelada la enfermedad intestinal de Castro, el gobierno cubano publicó por cuenta gotas fotos de un convaleciente Castro en una franela Adidas. La idea era engañar a los enemigos para que creyeran que Castro había muerto. De hecho, muchas páginas webs en Miami lo dijeron y consideraron las fotos como falsas.
Las fotografías también han jugado un papel importante. El autor del artículo comenta que a principios de los años sesenta, Castro siempre era seguido por muchos fotógrafos talentosos, incluyendo Alberto Korda, quien fue el que tomó la foto más famosa del Che Guevara. Estos fotógrafos crearon una imagen del barbudo líder cubano como un humanista, dándole a la revolución una imagen vibrante, esperanzadora y única.
Luego de la muerte del Che, Castro utilizó convenientemente la imagen del revolucionario argentino, para de esta forma cubrir la nada revolucionaria sumisión de la isla al predominio soviético. Como reseña Casey: “El Gobierno cubano activamente promocionó la foto de Korda”. Así, el mito y la imagen del Che Guevara nacieron.
Continúa el artículo destacando que en los años noventa, el uso de la marca ayudó a tapar la desigualdad que ocurrió luego de la caída de la Unión Sovietica. Por ejemplo, una Habana decrépita fue mercadeada como un museo gigantesco, “una revolución congelada en el tiempo, complementada con carros Chevys de los 1950s y músicos octogenarios (recuérdese al Buena Vista Social Club)”. Más tarde, con el auge del movimiento anti-globalización, el Che Guevara fue resucitado de nuevo para los turistas jóvenes.
Casey señala que en la actualidad la marca de Cuba se centra en la asistencia médica. “Sus hospitales gratuitos son representados como alternativas a un sistema estadounidense injusto, ineficaz”.
Cuenta el autor un hecho indicativo: Para celebrar el 40 aniversario de la ejecución del Che en La Higuera, Bolivia, 200 médicos cubanos estuvieron presentes.
Estos profesionales, que forman parte de un cuerpo de más de 30.000 médicos que trabajan en el extranjero y cuyo trabajo le permite a Cuba tener acceso a bienes como el petróleo venezolano, están contribuyendo involuntariamente a un problema creciente en la propia Cuba. Comenta el autor que la ausencia de estos médicos agrava las limitaciones de personal en Cuba, donde hay que atender a una población cada vez más envejecida.
Resalta el autor, sin embargo, que en los discursos de los funcionarios de Cuba, Venezuela y Bolivia durante el aniversario de la muerte del Che, se describieron a los médicos como "guerrilleros con estetoscopios en lugar de rifles". Y en el caso que haya duda de la importancia del mercadeo, los médicos cubanos estaban vestidos de batas médicas abiertas para dejar ver una franela del Che por dentro.
Con información de:
The Wall Street Journal
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