Corte de carreteras en la autopista 9, cerca de la localidad argentina de San Pedro.
BUENOS AIRES (AFP) — Productores agropecuarios argentinos mantenían el viernes el noveno día de una masiva huelga contra la política fiscal, mientras crecía la tensión con el Gobierno, que los acusa de promover un paro extorsivo, que amenaza con un desabastecimiento de carnes y leche.
Grupos de consumidores criticaron en una rueda de prensa la intransigencia de las autoridades y los agricultores e instaron a ambas partes a abrir un diálogo para evitar que falte carne vacuna y productos lácteos en la mesa de los argentinos, lo que estimaron ocurrirá la próxima semana si sigue la huelga.
"Vamos camino a una rebeldía incontrolable en el campo argentino y lo que hace el Gobierno es ponerle más gasolina al fuego", advirtió Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria Argentina (FAA), que congrega a unos 100.000 pequeños agricultores.
Buzzi señaló que "el productor está dispuesto a seguir de manera indefinida con el paro" y exigió a las autoridades "un acto de grandeza y de recapacitación", para poder iniciar una vía de diálogo.
Pero el jefe de gabinete, Alberto Fernández, acusó a los productores de buscar extorsionar al gobierno con la medida de fuerza y les exigió que terminen con los 'piquetes' (cortes de rutas) para avanzar hacia una mesa de diálogo.
"El gobierno no se deja extorsionar por ninguna corporación y tampoco por las corporaciones del campo", afirmó el coordinador de ministros.
Los agricultores llevan adelante una masiva huelga con múltiples protestas y bloqueos de rutas para exigir que el Gobierno revoque el incremento de impuestos a las ventas externas de granos, en especial de la soja, principal materia prima exportable del país sudamericano.
La rebelión explotó después de que el ministro de Economía, Martín Lousteau, anunciara un aumento del 35% al 44% en el tributo a las ventas externas de soja y porcentajes impositivos móviles según la variación de los precios internacionales de los granos.
Cifras del sector agrícola argentino.
Dirigentes huelguistas adelantaron que endurecerán las protestas la próxima semana, con bloqueos de plantas lecheras y campos de engorde de ganado vacuno, y continuarán impidiendo la circulación de camiones con granos y vacas hacia mercados mayoristas y frigoríficos.
Fernández señaló que el Gobierno no permitirá el desabastecimiento de alimentos, aunque no explicó las medidas que implementará para frenar la eventual falta de productos.
"Exigimos que ambas partes se escuchen y nos ofrecemos a mediar para que se sienten a conversar", sostuvo Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de Buenos Aires, quien advirtió que la próxima semana faltará carne.
Perdo Bussetti, titular de una organización de defensa de consumidores, pidió diálogo.
"Tendríamos que estar discutiendo si los que hicieron la huelga perdieron plata en los últimos cinco años. Pero el que dice (eso) está mintiendo porque el contexto internacional fue formidable", afirmó Fernández, al recordar el aumento del precio de la soja en el mercado internacional.
"Tiene problemas de caja y necesita recaudar", afirmó a su vez el vicepresidente de Confederaciones Rurales (CR), Néstor Roulet, sobre el aumento impositivo.
CR nuclea a unos 100.000 agricultores medianos y es otra de las entidades que está en pie de guerra contra el gobierno de Cristina Kirchner, junto a la Sociedad Rural, que agrupa a los 10.000 hacendados más poderosos de la rica Pampa Húmeda, y Coninagro, que congrega a las cooperativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario