2/04/2008

¿Quién alimenta a Cuba?


Revista América Economía
Vito Echevarría,
La Habana y Nueva York


La Feria Internacional de la Habana (FIHAV) es uno de los pocos espacios donde se ve la globalización en Cuba. Cerca de 1.300 empresas de 50 países compiten con sus stands y catálogos para atrapar el interés de los funcionarios públicos encargados de importar productos de consumo para el desabastecido mercado interno. Una de las áreas donde la competencia es más intensa es en el sector de los alimentos, donde los cubanos, a través de la agencia oficial Alimport, compran cerca de US$ 1.600 millones al año en productos alimenticios y agrícolas desde el extranjero.

Hasta el momento, el país que atiende la mayor parte de esas compras es, sorpresivamente, Estados Unidos. Y es que gracias al ex presidente Bill Clinton, quien firmó en 2000 la ley “Trade Sanctions Reform Act” (TSRA), los fabricantes y exportadoras de ese país pueden vender legalmente productos agrícolas y otros tipos de alimentos a la última economía marxista del hemisferio occidental, a pesar del bloqueo económico que existe con la isla. La reforma permitió que las firmas de EE.UU. pasaran de los US$ 4,3 millones en alimentos vendidos a Cuba en 2001 a casi US$ 400 millones en 2004. Nombres como los de Cargill, Louis Dreyfus y ADM (Archer Daniels Midland) están entre los principales proveedores.

A los oficiales cubanos no les molesta la idea de comprar alimentos a un país enemigo, pues les sirve como publicidad para fomentar más comercio entre las dos naciones, especialmente en estados agricultores más conservadores. No obstante, este crecimiento tocó un techo. Durante el segundo mandato de George W. Bush, Estados Unidos volvió a endurecer las restricciones con Cuba. Especialmente una nueva regla, que obliga a los cubanos a pagar por sus importaciones antes del envío desde puertos estadounidenses, ha resultado complicada. “Vietnam, China y otros socios comerciales ofrecen crédito a Cuba, algo que nuestro gobierno no permite”, dice David Coia, oficial de la asociación estadounidense de productores de arroz USA Rice. “A pesar de que el arroz vietnamita es de menor calidad que el nuestro y el transporte es más caro, para Cuba es más atractivo hacer negocios con ellos”.

Empresas latinoamericanas también empiezan a marcar presencia en la dieta cubana. El caso más claro es el de Brasil, con firmas como Comercial Surimpex Ltda., que representa a empresas alimentarías del Cono Sur en Cuba, con ventas anuales que llegan a US$ 162 millones gracias a la carne brasileña, argentina y uruguaya, pescado chileno, además de granos como arroz y soja. “Estamos tratando de introducir la marca brasileña de pescado Gomes da Costa, y las marcas de leche en polvo y condensada Parmalat, Eleva y Batavia a Cuba”, dice la brasileña Ericka de Oliveira, ejecutiva de la exportadora paulista. Y los brasileños están en la delantera. De los US$ 34 millones que exportó en alimentos a Cuba en 2004, pasó a US$ 66 millones en 2005 y a US$ 95 millones en 2006, según la agencia brasileña de promoción de exportaciones Apex.

La exportadora Pacific Comercial Ltda. de São Paulo dice que los cubanos importaron US$ 2,3 millones sólo en galletas brasileñas en 2006, mientras que entre enero y julio de 2007 llevaban US$1,42 millón de chocolates y dulces de fuentes brasileñas. Ambas exportadoras participaron en FIHAV este año en busca de más negocios con Alimport.

Pero las brasileñas no son las únicas. Más atrás se ubica Chile, que en 2006,, exportó U$ 43,4 millones en alimentos de acuerdo a ProChile, la agencia local de exportaciones, que no tiene cifras de años anteriores. Uno de los líderes es la compañía Alimentos Río Zaza, un joint venture del gobierno cubano y la firma chilena de holding ING S.A. (International Network Group), que produce varios jugos de fruta bajo la marca “Tropical Island”. Río Zaza fabrica también otros alimentos para el mercado cubano, como ketchup, salsas de tomate y productos de leche bajo las marcas La Niña, Mambo y Doña Tina. ING S.A., cuya otra compañía operando en Cuba es la agencia turística “Sol y Son”, que genera ingresos anuales de US$ 100 millones. Su dueño es Max Marambio, ex político izquierdista chileno y amigo personal de Fidel Castro.

Una historia similar es la del chileno Ángel Domper, quien llegó a la Habana en 1991 con su amigo Alejandro Sule, hijo de un ex líder del Partido Radical Social Demócrata en Chile. Ellos crearon la compañía de importaciones Santa Ana S.A., en el centro de la Habana junto a Jurgen Paullman, dueño de la cadena chilena de supermercados Las Brisas y hermano de Horst Paullman, dueño de los supermercados chilenos Jumbo y Easy.

Hoy, Domper, cuya esposa es una hija del Che Guevara, tiene otra compañía en Cuba, TJP Internacional, responsable de introducir y representar varias marcas chilenas de alimentos en ese mercado, como Agrozzi (pulpas de frutas), Costa (chocolates y galletas), Traverso (jugos de frutas, sopas instantáneas, vinagres, mostaza), Lonco Leche, Ambrosoli (bombones), EGM (turrones), Molinera (vegetales y frutas en latas), Sprim (refrescos en polvo), y su propia etiqueta de vinos (Viña Domper). El hecho que su oficina habanera esté ubicada en el distrito diplomático Miramar es un símbolo de su éxito. “El comercio Chile-Cuba ha aumentado y prevemos un mayor incremento, dados el potencial del mercado y la excelente relación calidad/precio de los productos chilenos”, dice Leonardo Banda, jefe de la división Centroamérica y Caribe de la oficina de ProChile en Santiago.

El interés cubano por los alimentos latinoamericanos ha crecido a medida que suben las remesas de cubanos que viven en el extranjero, que crecen los volúmenes de turistas foráneos y junto al aumento de las restricciones comerciales de EE.UU. El cambio de gobierno en el país del norte podría volver a relajar el comercio entre los dos países y poner de nuevo a los estadounidenses, sus proveedores naturales, en la carrera. Mientras no sea así, al menos algunas empresas latinoamericanas seguirán celebrando.

Comercio bloqueado
Exportaciones americanas de alimentos a Cuba

Año Ventas (millones de US$)
2001 US$4.3
2002 US$138.6
2003 US$256.9
2004 US$392.0
2005 US$350.2
2006 US$340.4
Total US$1,482
Fuente: U.S. Dept. of Commerce (Washington, D.C.)


Dieta latina
Cifras de los mayores exportadores latinoamericanos de alimentos a Cuba

Brasil
2004: US$ 34 million
2005: US$ 66 million
2006: US$ 95 million

Argentina
2004: US$ 19 million
2005: US$ 17 million
2006: US$ 27 million

Chile
2004: N.D.
2005: N.D.
2006: US$ 43.4 million

Uruguay
2004: US$7 million
2005: US$31 million
2006: US$36 million

Colombia
2004: US$11 million
2005: US$30 million
2006: US$18 million

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