Un equipo de periodistas de esta agencia de prensa independiente recogió opiniones en algunas de las áreas de mayor concentración de público de la capital de este territorio, como son los Mercados Agropecuarios del Sandino y San Miguel, El Mercado Paralelo de Buen Viaje y la Terminal de Ómnibus Intermunicipales.
Josefa Pérez una jubilada del sector de la educación planteó: “Estoy muy de acuerdo con el aumento de precio del ron y la cerveza, pues en un final perdí dos matrimonios por las bebidas alcohólicas; pero no entiendo como le subieron el precio al huevo, que es el único alimento con proteínas, para los que no recibimos dólares”.
Por otra parte Bárbaro Fraga Rodríguez un ex –combatiente internacionalista en Angola y cotidiano consumidor de alcohol acotó: “Ya no tienen con que emprenderla esta gente, ahora aumentaron la botella de ron sellado de 60 hasta 80 pesos moneda nacional, ni emborracharse tranquilo puede uno ya en Cuba”.
“Por desgracia, aquí todos sabemos; que los que trabajan en gastronomía, no pueden vivir de sus salarios. Ellos viven de lo que nos roban en cada ración o producto despachado a nosotros los clientes, estas medidas aumentaran la sustracción de bienes de consumo a nosotros los consumidores”, expresó un médico nombrado Orestes.
La entrenadora deportiva Inés, recién venida de Venezuela opinó: “La solución al problema de la alimentación aquí, no está en más resoluciones, decretos o leyes; la cuestión en si debiera resolverse, en que a los cubanos debe pargárseles con una moneda que tenga un valor real; para si les rindan los salarios que cobran”.
“Esto es un circulo vicioso que no tiene salida, porque si el propio gobierno aumentó los precios como lo leí el periódico Vanguardia, ahora de manera inmediata los precios del “mercado negro” también se dispararan hacia arriba y los perjudicados siempre seremos los de mayor pobreza y necesidad”; dijo Dulce ama de casa.
Para el jubilado chofer de ómnibus Pedro Machado la problemática es: “Los dirigentes de este país quieren tapar el sol con un dedo y aunque la concepción marxista no desee aceptarlo, todo se resolverá con los precios; cuando existan muchos productos a vender y menos consumidores. Tiene que haber mayor oferta que demanda”.
Oscar Espinosa Chepe opinó: “Que conozcamos las resoluciones no han sido aplicadas en La Habana, debemos estudiarlas a fondo, pero ambas lograrán el incremento del consumo de bebidas alcohólicas de facturación clandestina; lo que atentará contra la salud de los consumidores y al salario medio real con respecto a 1989; que tiene poder adquisitivo de solo un 25 %; se verá mucho más disminuido”.
El también analista económico y periodista independiente Espinosa Chepe concluyó: “Estas resoluciones son el reflejo de un mal, en la llamada Revolución Cubana, puesto que tratan de resolverse con burocratismo en la esfera de circulación; la falta de producción de alimentos y bienes o servicios, que aquejan a la esta sociedad”.
Dado desde Santa Clara al Puente Informativo Cuba Miami por Guillermo Fariñas Hernández, Cubanacán Press, para su distribución.
URL:
http://www.netforcuba.org
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