Los Miquis de Miami - Tras reconocer el mandarín castrista de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, que ni a palos el producto interno bruto (PIB) llegaría al 10% de crecimiento planificado, el ardid castrista de medirlo como venga en ganas (para poner ilusoriamente a Cuba entre las naciones de mayor crecimiento económico) recibió un golpe teórico demoledor: el Premio Nobel de Economía (2001), Joseph Stiglitz (Universidad de Columbia), desechó el PIB como medida apropiada del crecimiento, porque oculta otras variables significativas, como el bienestar de la población; no permite comparar correctamente diferentes países y aun puede disimular degradaciones violentas de la calidad de vida.
Ilustración: Cortesía de Armando Tejuca
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