1/18/2008
Para escapar de Cuba
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Los cubanos, a lo largo de medio siglo de dictadura castrista, se han visto obligados a inventar un sinfín de fórmulas para escapar del país en busca no sólo de libertad, sino también de prosperidad económica. Han confeccionado embarcaciones rústicas con diversos materiales, de las que han perecido en el Estrecho de Florida del 20 al 40%, según cálculos conservadores; algo que ha ocasionado un aproximado de 80 mil cubanos muertos. 1,956 registrados con nombres y apellidos, han sido más creativos: han atravesado esas aguas en camiones y autos ingeniosamente preparados para flotar, se han enviado dentro de una caja hacia Europa, se han escondido en trenes de aterrizaje de aviones y hasta han llegado a intentar el secuestro de un avión, como última medida.
En más de 500 años que tiene de vida nuestro país, es primera vez que se practica este tipo de inmigración tan peligrosa. Ni siquiera durante los años de ocupación española aquellos que querían marchar de la isla, por muy opositores a la metrópoli que fueran, salían de Cuba arriesgando sus vidas de tal modo.
Y es que escapar de Cuba, hoy no es nada fácil. Durante los regímenes políticos anteriores, por ejemplo, bajo las dictaduras de Machado y Batista, los inconformes con dichos sistemas políticos abandonaban el país por barco o avión, como un pasajero común y corriente, siempre que contaran con una visa del país a donde se dirigían. En los años cincuenta fueron cientos los revolucionarios fidelistas que se fueron de Cuba con un boleto de avión o subiendo tranquilamente a un Ferry, con un costo de trece dólares el pasaje hasta Cayo Hueso, el que se podía tomar diariamente en la bahía de La Habana. En aquellos tiempos, aun bajo una dictadura, los cubanos éramos más libres y no necesitábamos de la hoy indispensable tarjeta blanca, como se conoce comúnmente al permiso gubernamental indispensable para que un cubano pueda salir del territorio nacional.
El propio Fidel Castro, después de ser amnistiado y haber dirigido un ataque a un importante cuartel militar, viajó a México a través del Aeropuerto de Rancho boyeros. Es de suponer, de acuerdo a la agresividad y violencia que practicaba el Movimiento 26 de Julio, la organización que lideraba, que si no hubiera podido escapar de Cuba de forma normal, habría secuestrado un avión junto a sus compañeros de lucha. No olvidemos que secuestros de aviones se llevaron a cabo en las montañas orientales, ordenados por el alto mando de las guerrillas rebeldes.
Pero bajo el régimen que Fidel Castro preside, muchos que han cometido el error de secuestrar un avión o embarcación, han sido fusilados, como el joven escritor Nelson Rodríguez, en 1971, o más recientemente los tres jóvenes negros que intentaron secuestrar una lancha de pasajeros; mientras otros se consumen en vida en la prisión, cumpliendo largas condenas y enfermos, como es el caso de Arturo Suárez Ramos.
Sin embargo, Fidel Castro no tuvo a menos ser amigo de Yasser Arafat, quien se jactaba en su cuartel general de la Organización de Liberación Palestina, a principio de los años 70, de haber inventado los secuestros de aviones.
Cifras sobrecogedoras acompañan la historia tenebrosa de los primeros éxodos cubanos, ocurridos todos bajo el régimen de Fidel Castro: entre 1960 y 1962 salieron de la isla 14,048 niños hacia Estados Unidos, autorizados por sus padres, tres años después y en sólo 45 días marcharon de Camarioca -cuando no existía la Ley de Ajuste Cubano, culpable de tanta desgracia según el régimen castrista- más de 66 mil personas. En la embajada del Perú entraron en un fin de semana más de once mil, entre adultos, niños y ancianos y por el Puerto del Mariel lograron salir en yates y embarcaciones de todo tipo 125 mil. Por último, en 1994 escaparon hacia Miami 30 mil, ignorándose aún cuántos murieron en la travesía.
Estamos pues ante una tragedia humana que terminará cuando Cuba se convierta en un país libre.
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