La Nueva Cuba, Radio Mambí y hasta el Canal 51 de Miami se pusieron en ridículo al seguir la rumba de Castro en El Rincón, que Jorge Ferrer tocó en su blog el Día de los Inocentes. Por iguales rumbos viene arrollando el agente radial Max Lesnik. No solo empuña la farola de «director de Radio Miami», para esconder así que no pasa de alquilar una temprana horita de transmisión a Unión Radio. También toca la cornetita china del embuste para darse aún más bombo. El último soplido fue que El Nuevo Herald censuró al corresponsal Will Weissert (AP) porque había entrevistado a Lesnik en La Habana. ¡Como si en aquel diario miamense la gente se preocupara por él! Por el contrario, El Nuevo Herald ni siquiera ha cubierto el historial delictivo de Lesnik, resumido así por el Dr. Antonio Rafael de la Cova:
Lesnick esgrimió una pistola contra Pedro Martínez, cuando se acobardó en una discusión política. Fue derechito a chirona y lo llevaron al banquillo de los acusados. Asimismo lo llevaron al tribunal por hacer negocios sin licencia apropiada.
Ni qué decir de la jactancia de Lesnik acerca de un infiltrado suyo en El Herald. Lo que atribuye a este presunto confidente son cosas que cualquier hijo de vecino puede averiguar llamando por teléfono al periódico. Es como si dijéramos ahora que un agente del FBI nos contó que en mayo de 1973 Lesnick llevó a Luis Tornés ante los tribunales, porque le cogió miedo, pero decidió enseguida retirar la demanda, probablemente porque la Dirección General de Inteligencia (DGI) de Castro le notificó que Tornés también se había «arrepentido de haberse arrepentido». Cualquiera puede enterarse de eso aquí.
Foto: Lesnik durante su última visita a Cuba. Gracias a su cúmbila Eusebio Leal, aparece aquí en el hotel Florida (Habana Vieja). Y podemos mostrarlo por cortesía de Ciro Bianchi Ross.
1/11/2008
La comedia humana
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