1/07/2008

¿Irá a Santiago?

En la ciudad oriental se preguntan si Fidel Castro votará en el sainete del 20 de enero, su más que probable última vez.

Javier Gómez, La Habana

lunes 7 de enero de 2008 6:00:00

Un día antes de la luna llena, el 20 de enero de 2008, se espera a Fidel Castro en Santiago de Cuba. Un viaje de 900 kilómetros "en un coche de aguas negras", según el Son de negros en Cuba, de Lorca —versionado luego como Iré a Santiago por Roberto Varela y Electo Silva—, o en un avión-ambulancia. Le esperan para "votar", aunque en realidad pocos se creen el cuento electoral.

La única vez que Fidel Castro se presentó a unas elecciones libres, las perdió. Por entonces era un estudiante de Derecho a quien los archivos académicos no recuerdan mucho. La lección la aprendió con tanta saña, que nunca más se ha permitido sentir tal sabor en sus labios.

Caldo de cultivo

La vida política de Castro siempre fue muy activa, desde los tiempos de la colina universitaria habanera. Pero fue en Santiago de Cuba donde consagró su modo de vida pistolero, cuando asaltó un cuartel trasnochado por el carnaval.

Tras el Moncada, Fidel Castro recibió el apoyo de muchos pensadores, muchos de los cuales quedaron en el camino, sin ver en qué se convirtió el ideal de libertad por el cual ofrendaron lo mejor de su juventud.

En la década de los años cincuenta, "Santiago de Cuba estaba lista para abrirle los brazos a un caudillo. Eran muchos años de desidia política y de grandes antagonismos con la capital. Castro llegó allí sabiendo que podía recabar la atención que le habían negado en los círculos políticos de La Habana", afirma un académico.

Según un profesor de Historia de la Universidad de La Habana, temeroso de expresar sus puntos de vista en público (mucho menos a sus estudiantes), "el momento fue un caldo de cultivo y el mundo filosófico de Fidel encontró asidero en medio de una ciudad en crisis estructural".

"El ideal de Fidel triunfó, en primera instancia, por el reconocimiento que hicieron en aquel momento los jóvenes y los intelectuales santiagueros, de un hombre fuerte y a la vez capaz de suicidarse por defender sus principios", agrega.

Para el académico, "el espaldarazo que (Castro) necesitaba en su carrera política lo recibió el 10 de marzo, porque la subida al poder —de forma anticonstitucional— de Fulgencio Batista representó el punto de partida para que Fidel hiciese lo mismo, pero en favor de los ofendidos". Esto último, presuntamente.

Expectativa artificial

Un artículo publicado recientemente en un sitio web oficialista da cuenta de las "expectativas" que tienen los santiagueros por la salud de Fidel Castro.

"Sé que mejorará y continuará guiándonos", planteó una ama de casa entrevistada. Otros ciudadanos expresaron "interés" por verlo votar en "la capital del Caribe", como también se conoce a esta ciudad oriental.

Sin embargo, en la calle se dice otra cosa. Según un párroco santiaguero muy vinculado a la comunidad, "muchos están muy confundidos y en la ciudad reina la incertidumbre". En su opinión, la principal causa es que "la gente sabe que ya Fidel Castro es una especie de cadáver político y las expectativas con Raúl no son tan sólidas".

"Lo más preocupante es que a muchos se les oye decir que los tiempos serán duros a partir de las 'elecciones', todo empeorado por la derrota de Chávez en el referendo de diciembre", agrega.

De acuerdo con un estudiante de Comunicación Social de la Universidad de La Habana, "el gobierno ha creado un sistema de comunicación masiva tan apegado a Hugo Chávez, que ahora la derrota del Sí en el referendo viene a agravar la expectativa que todos tienen por la salud de Fidel".

Y un bicitaxista habanero resume lo que oye y ve con pocas palabras: "Han preparado todo muy bien, ya la gente se ha ido acostumbrando a ver al otro (Raúl Castro) y hasta hablan de él como un pobrecito a quien Fidel lo ha tenido aplastado siempre. Pero te digo la verdad, esto es lo mismo con lo mismo".

Cruzando los dedos

Este fin de año casi todos celebraron menos y, a la vez, celebraron más. La gente cree que "ahora todo será más difícil". Otros se preparan "por si acaso esto se pone peor".

"Me causa admiración cómo no se dice nada de la Navidad, que gracias al Papa la tenemos feriada, ni mucho menos del fin de año. Todo es el nuevo aniversario de la Revolución y punto". Así piensa una vendedora ambulante a quien ENCUENTRO EN LA RED tienta con varias preguntas. "Y ese es sólo el avance, pero presiento que de ahora pa'lante todo se complicará. Imagínate, el hombre enfermo y el año que empieza es bisiesto", concluye, mientras pide misericordia al cielo con los dedos cruzados.

La ciudad que abrazó a Fidel Castro y lo convirtió en la figura pública más importante por casi medio siglo, será la misma en la que tomará forma la farsa electoral del 20 de enero, probablemente la última para el dictador.

"La postulación de Fidel como candidato a diputado es un disparate político sin precedentes, sus asesores no debían haber permitido ese error garrafal", dice a manera de conclusión el profesor universitario antes mencionado. Define el momento como su "Waterloo", porque no va a ser posible "que vote por larga distancia, ni que asista al parlamento, ni siquiera de forma simbólica".

Preparando el terreno

En la reflexión hecha pública por Ricardo Alarcón ante la Asamblea Nacional, en su última sesión del 28 de diciembre, Fidel Castro volvió a disculparse por su "momentáneo distanciamiento" y aseguró que "nunca" ha sido una persona "apegada al poder".

Lo cierto es que el 20 de enero, tal y como lo establece la ley del régimen, Castro tendría que presentarse ante el colegio electoral de Santiago para ejercer su derecho al voto, aunque la lógica indica que su comparecencia física no será posible.

"Fidel no podrá nunca más llevar una vida normal, si es que no lo sorprende la muerte antes", declaró a EER un especialista en Medicina Interna, estudioso del cáncer de colon en pacientes de más de sesenta años.

Su punto de vista ha sido divulgado también, junto a otras explicaciones, en varios foros periodísticos donde se ha analizado el tema de la enfermedad de Castro. El profesor asegura que la situación actual del gobernante "es el resultado de muchos años de vida emocionalmente intensa, agravada por la iatrogenia de sus médicos de cabecera".

El error político de postular al convaleciente Castro será un precio a pagar en términos estratégicos. No hay muchas noticias de él, como no sean sus "reflexiones", y mucho menos fotos; pero su comparecencia (o no) para votar en Santiago de Cuba es esperada allí como un momento definitorio.

El ciclo político que comenzara a mediados de 1953 en Santiago de Cuba, se cierra en 2008 con una herida imposible de ocultar.

"Su peor enemigo es el tiempo —había ya alertado el poeta desde Londres—, contra él no podrá hacer nada".

Cuba Encuentro

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