11/11/2007
Recuerdan a Fernando Boada
Interior de la Galería
LA HABANA, Cuba, 12 de noviembre (Miguel Iturria Savón / www.cubanet.org) - Con las palabras del pintor e historiador del arte Daniel Domínguez, y la actuación del cuarteto de cuerdas Laudes de La Habana, concluyó el sábado pasado en la Galería de arte del Cotorro, al sureste de la capital cubana, el ciclo de actividades por el aniversario 105 del natalicio del gran escultor Fernando Boada Martín (La Habana, 1902-1980), quien tuvo su casa-taller en esa localidad, donde sus familiares conservan parte de su obra.Boada es uno de los maestros del retrato escultórico durante el siglo XX. En 1925 se graduó en pintura y escultura en la Academia de San Alejandro.
Diez años después obtuvo el Premio del Salón Nacional de Arte, auspiciado por la secretaría de Educación. A su formación académica, laboriosidad y humanismo se deben centenares de bustos y esculturas de un realismo impactante.Las piezas de este artista son un canto al amor, la maternidad, la juventud, la patria y la naturaleza.
Su legado creativo incluye retratos de héroes y figuras insignes de la historia y la cultura, junto a colecciones de gatos, caballos, muchachas y mujeres que marcaron su intimidad o posaron por encargo.Algunas de sus obras adornan parques, plazas y lugares públicos del país.
Otras yacen en galerías, museos de arte e instituciones cubanas y extranjeras. Familiares y coleccionistas poseen el resto de su disperso patrimonio espiritual. En su casa-taller del reparto Paraíso (Cotorro) perduran piezas de su última etapa creativa, marcada por la ceguera y la incertidumbre.
La Galería de Arte de ese municipio capitalino adoptó el nombre del escultor en 1994. Desde entonces promueve su obra mediante un plan anual de actividades que incluye la exhibición de su legado artístico.
En estos momentos, el público puede apreciar allí a la Inoa voluptuosa y bustos en yeso, barro y bronce del general Ignacio Agramonte, la doctora Laura Martínez Carvajal y el cantante norteamericano Nat King Cole. La Inoa es una estatua donada por familiares del creador a la institución. El resto son piezas transitorias.
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