Rodolfo Dasilva
Si hay una expresión de esperanza entre la gente de la oposición a este gobierno corrupto, es la “no somos cubanos” o también, “no estamos en Cuba”. En otras palabras: “aquí no llegará el comunismo porque la gente vive bien”, “aquí no llegará la miseria porque lo impediremos”, “aquí somos más valientes que los cubanos”.
Pero no habrá que preguntarse: ¿será verdad? Francamente, nosotros tenemos dudas. Vamos hacia allá. ¿Qué es lo que puede detenerlos? Tenemos algunas ideas como la única alternativa, pero no está a la vista, es sencilla aunque difícil. Más adelante la plantearemos. Mientras tanto sigamos con lo de Cuba.
Aquellos que aún creen que somos más listos que los cubanos, le diremos lo siguiente.
A ellos les llegó el totalitarismo repentinamente. A ellos los sorprendió el fascismo de un día para otro. A ellos les cayó la dictadura inesperadamente. Cierto, fueron engañados con la esperanza que tumbando una dictadura vendría una democracia. El engaño duró poco. Como fucilaron a muchos individuos, también fusilaron las libertades de los cubanos. Una cúpula se adueño del poder y también de la alegre isla.
Pero a nosotros, a los listos venezolanos, nos están anunciando una dictadura desde hace rato, y no tomamos conciencia que tenemos que hacer las cosas en serio, en armonía entre la oposición. Esta dictadura que se nos viene encima, ahora amenaza con ser constitucional, por cierto, cosa que no importa, igual así fue la de Hitler. Las dictaduras, como sean son iguales. Por la vía que vengan son las mismas. Por la tendencia que se autodenominen, es la misma cosa.
Sin embargo seguimos teniendo esperanza que no llegaremos a vivir en “el mar de la felicidad”. La esperanza esta muy bien, es más, es necesaria, pero, ¿eso nada más? ¿Nada que hacer para apoyar la esperanza? Ya nos lo decía Bacon, la esperanza es buena para el desayuno, aceptable para el almuerzo, pero muy mala para la cena. ¿Hasta cuándo estirar la esperanza? ¿Hasta dónde llegar con la sola esperanza?
Hicimos mención de “una” alternativa para salir de este régimen. Estamos convencidos que tenemos que fortalecer los partidos políticos, sin ellos no podremos rescatar la democracia, sin ellos no podremos recuperar las libertades que estamos perdiendo poco a poco. Sin ellos no podremos detener las violaciones a las libertades ¡¡¡QUE NOS ESTÁN ANUNCIANDO!!!
Ciertamente que tenemos variopintas agrupaciones y tendencias en la oposición, pero también es cierto que tantas agrupaciones pequeñas diluyen la lucha, en consecuencia la propuesta es fortalecer a los cuatro partidos mayores, darle músculos a los partidos “grandes”, que tengan potencia y capacidad para detener la dictadura que amenaza en bañarnos a los venezolanos.//
No hay comentarios:
Publicar un comentario