Nació en Cuba una estrella.
Ha llegado al cielo una nueva estrella.
Salió de Cuba, con aroma a ron y caña.
Surcó el cielo.
Y su rastró de fuego escribió en el aire
la palabra LIBERTAD.
Era Payá, el príncipe de acero y algodón,
el ángel valiente y sencillo
que lanzando flechas de amor
quiso vencer al Diablo.
Los demonios están de fiesta
creyendo que ganaron ellos.
Y es que no saben que
las estrellas como esta
se convierten en galaxias.
Gracias, hermano.
Nos diste una lección.
Nos enseñaste el camino.
Doce millones de esclavos
reciben tu bendición.
A tu señal comienza la rebelión.
Viva la libertad.
Héctor Ramírez
Santiago de Chile 22 de julio del 2012.
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